Declina el horizonte ámbar de otra tarde que ya no arde, azafrán por nubes es el arte del color en lontananza, cuando a mis ojos, al mirar por la ventana, el Creador la mancha oscura de la noche azul con desdén me lanza.
Y cada punto de luz artificial se enciende automáticamente en tierra humana. Las farolas cobran vida nocturna y bailan con gracia. Dos estrellas perdidas cayeron del cielo entre besos, entre la susurrante ventolina, ajenas a la llovizna y a las esquivas esquinas.
Infinitas son las mujeres que han saboreado los mundos burbuja mil del mes de Abril. Construyendo puentes de ternura hasta la Luna, desde el blanco de tus ojos a los bellos vergeles de lagos vortiginosos, al caer de las palmeras sus rastrojos.
Ya soy tuyo, Diosa del Todo, meciendo mis sonrisas en tus recodos, Santa Natura, ¡ay!, que con sólo una foto, todas mis emociones haces tuyas.
Eduardo Ramírez Moyano
Foto: Internet
Etiquetas: poesía, poetry, prosa poética, rimas, versos
noviembre 27, 2021 a las 6:20 pm
Buenas letras. Has logrado convertir una puesta de sol en una hermosa obra literaria.
noviembre 28, 2021 a las 11:42 pm
Muchas gracias por tus palabras de todo corazón!!! Que tengas un feliz inicio de semana!!!