LA NIÑERA

LA NIÑERA

 

Niña de ensueño, hija de la Tierra, cuando tu minifalda el viento levanta y el jardín del Cielo por un instante me muestras…
¡Ay, niña de seda, de gravedad ardiente teñida entera, cuando tus globos lácteos a mis suspiros acunan, mi niñera! Perla en tanga azabache, como tus rizos, quién te quisiera rozar, cuando mi piel erizo en tu tocar, ojos de pezones, cual veneciano antifaz, que mi paz alborota; ay, niña, en cada rima, fuego naranja en tus curvas prohibidas, que inflaman el velero de nuestras sacudidas, se rocía de deseo la flor lila del Universo, el licor de nuestros cuerpos en dicha derretida y furor carnavalesco.
Tus nalgas son mi adoración, amor, y mi corazón se derrite por tu entrepierna abierta, jugosa, carnes voluptuosas de hembra, felina divina, olisqueo tu sexo, como si fuera lo último en este mundo que Dios nos ofreciera, flor de lis, concha eterna, haz de mí lo que deseas.
Escarlata en pompa, se desata nuestra pasión en corrientes, gemidos y olas; tu cuerpo desnudo me muestra la gloria, suspiros suspensos a deshora, me pierdo en los ojos azules de la aurora, y tu sudor recojo para beberte ahora, en el cuenco sagrado de tu concha, hija del pecado, madre del amanecer empalmado, vulva de vino vertido con halago, haz que me vuelva a sentir vivo a tu lado.
¡Nalgas de mi adoración! Por tu entrepierna se derrite mi corazón…

 

Eduardo Ramírez Moyano

 

 

 

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2 respuestas to “LA NIÑERA”

  1. Nevel Marcano. Says:

    No hay como seguir ni compartir.

  2. buhodespierto Says:

    Tienes razón 👍

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